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SERVIDORES MÁGICOS: Los Dos Cerditos

Desde hace días, la semana del 04/12/2023, vengo pensando en la creación de servidores mágicos e incluso desde antes tenía varios planeados según mis diversas necesidades. Necesito entidades a las que sea capaz de otorgarles varias tareas específicas cada cierto tiempo, incluso en lo que respecta a cumplir ciertas peticiones por parte de amigos o clientes. Cuando pequeño, debo haber tenido 14 años o algo así, cree un servidor a mi nombre, de protección, solo por curiosidad, dando por hecho su existencia luego de una infantil ritual, que días después, sentiría al discutir con un profesor de religión del tipo ¡amén hermano!, con un parpadeo de luces del tipo película de terror... supuse que era él tratando de alimentarse de la energía del medio para defenderme, a lo que el profesor evangelista reacciono con orar y detener su argumentación sin juicio.  Ushabtis, Museo Egipcio de Manchester (servidores mágicos). Me encontraba paseando el día martes 05/12/2023 en unas galerías de artículos

Amor, Esperanza y Fe; Grutas del Mago

©Tres Cabezas

El Mago busca a través de una fuerte voluntad la Verdad, y por ello camina por las tres grutas que llevan a ella; Amor (Caridad), Esperanza y Fe; las tres virtudes teologales:
Una virtud es una predisposición habitual del alma a hacer el bien y evitar el mal.
Las virtudes naturales son las que nos llevan a hacer el bien por motivos basados ​​en la razón. Por lo tanto, dar limosna a una persona necesitada porque nuestra razón nos dice que debemos aliviar a nuestro prójimo es practicar una virtud puramente natural.
Las virtudes sobrenaturales se denominan así porque no podemos adquirirlas de nosotros mismos y nos llevan a hacer el bien por motivos basados ​​en la fe, por ejemplo, dar limosna a una persona necesitada porque a través del ojo de la fe vemos en él a la persona de Cristo mismo
Las virtudes sobrenaturales se distinguen en virtudes teologales y morales.
Las virtudes teologales se denominan así porque se relacionan directamente con Dios. Son tres en número, a saber, Fe, Esperanza y Caridad. 
El Amor es el vehículo del alma, la mayor de las virtudes que desciende y se expresa en el ser humano. Dios (+) es amor, por lo tanto, quien tiene amor, es receptáculo de sus beneficios y al mismo tiempo, es divino. Este magnetismo divino es protector y vivificador, y con cada suplica la oración será escuchada, obteniéndose así, maravillosos resultados. La luz no puede ser opacada por las sombras, por el simple hecho de que su naturaleza es prevalecer ante la oscuridad. Así todos los pecados son perdonados.
La caridad es una virtud sobrenatural que nos hace amar a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por el amor de Dios.
Amar a Dios sobre todas las cosas es amarlo más que a cualquier otra criatura, incluidos nosotros mismos, y estar dispuestos a morir en lugar de ofenderlo.
Es nuestro deber amar a Dios (1) porque Él es infinitamente bueno e infinitamente perfecto; (2) porque quiere que lo amemos; (3) porque nos ha abrumado con favores; (5) porque sin caridad, todas las demás virtudes juntas y cualquier cantidad de buenas obras no nos servirán de nada para nuestra salvación.
Firme en lo que pide, sin dudar, inquebrantablemente, nutrirá al espíritu y lo perfeccionará estableciendo particularmente todas las cosas en el bien.
La esperanza es una virtud sobrenatural que nos inspira con la confianza que Dios nos dará la vida eterna y las gracias necesarias para su logro, si hacemos lo que Él requiere de nosotros.
Pecamos contra la Esperanza si nos desesperamos del perdón de Dios o presumimos de poder ir al cielo sin hacer lo que Él requiere de nosotros.
Superior a todas las otras, no fundada sobre palabras humanas sino sobre la revelación divina, ilumina todas las cosas del universo, pues, al descender de lo alto, proceder de la primera luz y ser la más cercana, es mucho más noble y digna que las ciencias, las artes, las opiniones y el testimonio de los hombres y de las demás criaturas, llegando a nuestro intelecto, a través del reflejo recibido de la primera luz. Por fe el hombre se convierte en algo igual a los poderes superiores y posee el mismo poder.

La fe es la fuentes de todos los milagros, es la que nos hace acercar a Dios, y obtener su protección y bendición a través de esa virtud. Es por ello que deben creerse todas las cosas que conciernen a la religión experimentamos la fuerza, pero si no tenemos fe, nada asombroso realizaremos y trabajaremos solo para nuestra desdicha.
La fe es una virtud teológica, con la ayuda de la cual creemos, sin dudar, todas las verdades que Dios nos ha revelado y que nos enseña a través de Su Iglesia.
Estamos obligados a creer sin dudar de lo que Dios ha revelado, porque Él es la verdad misma y no puede engañar ni ser engañado.
La fe es absolutamente necesaria para la salvación, porque Cristo ha dicho: «El que no crea, será condenado. »(Marcos XVI, 16.)
Pecamos contra la fe al seguir a sabiendas una religión falsa, al negar o dudar deliberadamente cualquier artículo de fe y al permanecer culpablemente ignorantes de las doctrinas de la Iglesia.
La fe se pierde o se debilita al descuidar los deberes espirituales, leer libros malos y hacer mala compañía, participar en los servicios u oraciones de una religión falsa y asistir a escuelas no católicas.
En el imaginario católico, las tres virtudes teologales se encarnan en las hijas de Santa Sofía; Agape, Elpis y Pistis:

La Foi (Fe) de las virtudes cardinales

Fe es representada como una virgen que sostiene con su mano de derecha la Cruz y sostiene en lo alto en su izquierda una antorcha encendida. La cruz significa que el misterio de la redención es una de las verdades fundamentales de la religión, mientras que la antorcha significa que la fe, como una luz brillante, ilumina las almas.

L'Éspérance (Hope) de The Cardinal Virtues

Esperanza se personifica como una virgen que sostiene en su mano derecha una corona y apoya la izquierda en un ancla. La corona significa la gloria del cielo y el ancla la expectativa de ganarlo.

La Charité (Caridad) de Las virtudes cardinales

La caridad se simboliza como una virgen que señala con su mano izquierda su corazón ardiente y sostiene en su derecha un Cáliz coronado por una gran Hostia. El corazón ardiente significa que debemos amar a Dios con todo nuestro corazón, mientras que el Cáliz y la Hostia indican que la Sagrada Eucaristía es el hogar para encender el fuego del amor de Dios en las almas de los hombre.

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