©Tres Cabezas
Harry Herman Roseland, Dando las Gracias, 1866-1950, óleo sobre lienzo.
Hoodoo, Trabajo Raíz o Conjuro, como probablemente se traduciría correctamente al español, es una practica espiritual y NO ES SOLO MAGIA. Debo ponerlo así, resaltado, puesto que he visto a varias personas difundiendo este error, cayendo en la definición fácil de "es como vudú pero sin religión", por supuesto, proveniente de neopaganos y brujas modernas. El Hoodoo, sí o sí, cree en el Dios cristiano y usa la Biblia, siendo la mayoría de los trabajadores protestantes y el resto católicos, a diferencia de los que muchos wiccanos y brujos autodenominados puedan rezongar por internet, incluso burlándose de gente que busca una practica acorde al cristianismo o que trabaja con entidades de esta religión. Por un lado, debe quedar claro que si hay alguien que adora al Dios y a la Diosa, a los Loas u a cualquier otra deidad que no sea la cristiana, NO ESTÁ PRACTICANDO HOODOO. Por otra parte, el Hoodoo aunque no sea una religión, sí tiene una jerarquía establecida, en donde Dios es el Creador Omnipotente quién tiene a sus disposición a espíritus quienes pueden interceder por nosotros, y estos son, figuras bíblicas, santos y ancestros.
El Hoodoo no a sido, NO ES BRUJERÍA ni nunca lo será, ni TAMPOCO ES VUDÚ. Todas estas son confusiones producto de malentendidos y mayormente en la actualidad, de la creciente desinformación proveniente de diversos grupos religiosos y espirituales. De entre estos grupos tenemos primeramente a los antropólogos blancos, quienes inicialmente no distinguían entre un trabajador de conjuros y un brujo. Desde hace muchísimo tiempo hasta hoy en día, nos encontramos con los cristianos fundamentalistas quienes identifican todo aquello que esta fuera de su religión como diabólico y además, ahora en la actualidad tenemos a los neopaganos. Estos últimos no tienen oficio y por lo mismo, han ultrajado y se han apropiado de la tradición Conjuro, intencional o inadvertidamente, ya sea para ganar renombre o bien, como resultante de que no muchos conocen a un trabajador espiritual quien les enseñe y solo pueden aprender de libros o de malas páginas de internet.
El trabajador hoodoo, el trabajador de raíces o de conjuros, no es un brujo sino que, es un médico brujo quien combate a estos seres y a sus actos. Un hombre de dos cabezas, nunca se identificaría como brujo, es incluso hasta ofensivo e incluso, ni siquiera como un hombre hoodoo ya que el término hoodoo es sinónimo de gafar. Sólo los brujos realizan brujería y hacen trabajos injustificados, los hombres astutos no.
En cuanto a trabajos mágicos se refiere, NO SE REALIZAN HECHIZOS, sino que se hacen trabajos, obras, remedios y trucos, con el poder de Dios. Las vertientes principales de las cuales se nutrió el Conjuro son las tradiciones folclóricas de diversos sectores, tales como la cultura nativo americana, africana y europea. Es por ello natural, encontrarnos con el uso de muchos grimorios aplicados generalmente a problemas diarios, tales como bajar la fiebre, evitar verrugas o tener un parto seguro.
Antes de la segunda guerra mundial, aproximadamente, el Hoodoo era muy primitivo y no existían tiendas, farmacias ni botánicas en donde comprar materiales, por lo tanto, los trabajadores usaban lo que tenían a la mano y que les salía más conveniente. Luego de la guerra, por comodidad, surgieron locales en dónde era posible encontrar productos y suministros espirituales fácilmente en un solo lugar. Esto dio paso al Hoodoo urbano, que es tan practicado pero poco conocido en cuanto a una correcta clasificación se refiere. Es importante que seamos responsables y cataloguemos correctamente nuestra practica espiritual y mágica, por eso es que, si no es que haces todos tus procedimientos a la antigua usanza, NO HABLES DE HOODOO, ya que esto provoca un desplazamiento de los verdaderos practicantes del Hoodoo tradicional, y por supuesto, creer en Dios y usar la Biblia.
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